jueves, 3 de septiembre de 2015

Mi particular OCC du MontBlanc

¡¡Riiiiing!! ¡¡Riiiing!! 03:45 AM, es hora de levantarse. Podría ser un día cualquiera, pero no lo es. Estoy en Chamonix y en tan solo 4 horas y media arranca la OCC del MontBlanc. 

Hoy no es día para hacerse el remolón, así que de un salto me pongo en pie. Empieza todo lo que había estado esperando durante tanto tiempo. 

Me enfundo la ropa de guerrero y trato de comer algo. Es temprano pero mi protocolario vaso de leche con cereales me entra a las mil maravillas. Reviso el material (preparado la noche anterior), me abrigo y salgo a la calle. 

Junto a mí viene mi hermana Macarena, mi primo José Vicente y mi pareja Paula (un equipo incondicional dispuesto a empujarme hasta la meta).  Marchamos hacía la Plaza du Mont Blanc donde tenemos asignado el bus que nos iba a llevar a Orsières (Suiza), punto de partida de la carrera. De camino al autocar, ante nosotros, corredores de la TDS cubren los últimos metros de su hazaña; increíble. 

Subimos al bus. Muchos corredores aprovechan el trayecto hasta Orsières para desayunar. Yo, por el contrario, prefiero aprovechar la hora y media de camino para descansar y dejar la mente en blanco. 

Pasados escasos minutos de las 6:00 AM se encienden las luces del bus; hemos llegado a nuestro destino. Nos desperezamos y bajamos. Es temprano y hace fresco. Nos dirigimos hacía el pabellón que habilitó la organización para los corredores y yo aprovecho para evacuar (la primera pero no la última antes de la carrera). Hacemos tiempo entre risas y bostezos y yo me acabo de preparar todo el material.  

40 minutos antes del inicio de la carrera marchamos hacia la salida (de camino, aprovecho para soltar el último lastre que llevaba conmigo). Una foto, una dosis de ánimos por parte de mi equipo y cada uno a sus puestos.


                                              Foto previa a la salida
 
Trato de colocarme cerca de la salida. No quiero quedarme demasiado atrás, prefiero coger mi ritmo y ser yo quien mande en esta batalla. 

Colocado en mi sitio, miro a mi alrededor. Me acuerdo de todas aquellas personas que me apoyan en cada momento, de los que me acompañan físicamente en esta aventura y de los que me siguen desde la distancia. Prometo no fallarles y saltan mis primeros lagrimones. 

El “speaker” calienta el ambiente y poco a poco nos vamos viniendo arriba. En el rostro de la gente, nervios, euforia, ilusión… Llegó el momento,  son las 8:15 AM y comienza el espectáculo. 

En escasos segundos, cruzo la línea de salida y comenzamos a callejear por Orsières (Suiza). Muchísima gente nos animaba y entre ellos mi equipo de lujo. Me dispuse a avanzar por la derecha a un ritmo cómodo mientras chocaba las manos a todos los niños que habían salido de la escuela para ver la carrera. Que gozada de ambiente. 

                                                    Mis primeros kilómetros de la OCC du MontBlanc
 
La carrera había comenzado y en mi mente retumbaba la idea de disfrutar y darlo todo. 

Tras los primeros kilómetros, dejamos atrás Orsières y nos adentramos en otro núcleo de casas. La gente aplaudía y gritaba a viva voz para animarnos y nosotros, los corredores, les devolvíamos los aplausos como muestra de agradecimiento. Eran momentos de incertidumbre. Durante las próximas horas me iba a encontrar en tierra de todos y de nadie. 

Salimos del pueblo y comienza la primera subida dirección Champex Lac (km 7). Espectacular el paraíso por el que me ha tocado correr. El sol ya aprieta y noto que me sobra ropa, aunque decido esperar al avituallamiento para desprenderme de ella. 

                                                             Subida hacia Champex-Lac (km 7)

Una vez en Champex Lac, bebo agua y me quito la camiseta de manga corta que llevaba como primera capa. Ahora sí que sí. Me siento cómodo y con ganas de correr. 

Abandono el avituallamiento y enfilo una ligera subida. Tras ello, una bajada corredora me llevaría hasta el km 13 aproximadamente. Llegado a este punto, ¡comienza la fiesta! 

Me dispongo a enfrentarme a una de las subidas más duras de la carrera, el ascenso a la Giète. Xino, xano avanzo tirando de palos… En mi barriga, la hormigonera comienza sus labores (vaya retortijones). Todavía me quedaban más de 2km de dura subida y mi cabeza, por momentos, se venía abajo. También mis piernas comenzaban a notar el tute y esto sí me preocupaba de verdad. Era demasiado pronto como para notarme cansado. No me lo podía explicar. A pesar de ello avanzaba a ritmo “constante”. Ya solo pensaba en llegar al avituallamiento, ver a los míos y reponer fuerzas para seguir adelante. 

                                                       Subida a la Giète

De repente, ya estoy arriba. Control de paso y para abajo. Por delante, 7km de bajada técnica (al menos para mí) por senda húmeda y repleta de raíces. Me la tomo con calma, no quiero desgastarme antes de hora. Voy pensando en los alimentos que me voy a encontrar en el avituallamiento. Una correcta asimilación de los mismos va a ser clave para el devenir de mi carrera.

Pero cuando pensaba que ya tenía parte de la faena hecha, la mala suerte se cebó conmigo.  En los últimos metros de la bajada a Trient (km 24), sin saber cómo ni porqué, me fui al suelo. Por momentos creí que mi carrera terminaba aquí, pero rápidamente me puse en pie y, discretamente, trate de hacer como si nada hubiera pasado. 

Una bomba acababa de estallar en contra mía, pero nada iba a ser capaz de detenerme. Las piedras están en el camino para hacer más épica nuestra escalada hacía el éxito y así fue. Triste, pero lleno de rabia y con ganas de revancha llegue a Trient, donde me esperaba toda mi gente. 

                                                    Entrada al avituallamiento en Trient (km 24) 

Durante la entrada al pueblo aprovecho para contarles cómo me ha ido a lo largo de estos primeros 24km de carrera. Me ven decaído y en sus rostros noto cierta preocupación. 

Enfilo el avituallamiento y empiezo a zampar de todo como si de un bufet libre se tratase.  Qué bien me va a venir esto. Es justo lo que necesitaba. Me acerco a Paula y le susurro “reza para que todo lo que estoy comiendo me siente bien”. De lo contrario, lo iba a pasar francamente mal durante el resto de la carrera.

Tras 11’ en el avituallamiento (muchísimo tiempo para cualquiera de los inmortales, pero el justo y necesario para yo venirme arriba), me decido a abandonarlo. Salgo andando a ritmo alegre mientras mi primo trata de transmitirme lo que me queda por delante. Pocos metros después, me despido de ellos y me dispongo a darle duro al segundo ascenso serio de la carrera. 

Mi cuerpo es otro. Por momentos volvía a sentirme con ganas de luchar y llegar a la cumbre más alta. 

La subida a Catogne fue tremenda. Intento coger un ritmo constante tratando de detenerme lo más mínimo (ya había “perdido” bastante tiempo en el avituallamiento anterior) y así es como paso a paso voy sumando kilómetros y desnivel. A la que alzo la vista y… ¡estoy arriba! Inyección de moral y comienza la bajada.

                                                       Ascenso a la Catogne

Avanzo a ritmo cómodo (sin prisa pero sin pausa). Algunos corredores me adelantan como si fuera los últimos metros de la carrera. Yo, prefiero conservar mis piernas (y mis piños) para disfrutar lo que resta de la misma. 

Tras 7km de bajada técnica y al grito de “Vamos Moisés” me planto en Vallorcine. El ambiente era espectacular. Allí me esperaban, de nuevo, mis tres compañeros de viaje. Les sonrío, corro unos metros con ellos y entro en el avituallamiento (km 34).

                                        Ultimos metros de la bajada a Vallorcine (km 34)

Aprovecho para rellenar botellas de agua, comer un plátano y salir. En mi cabeza retumba la idea de sumar kilómetros. Ya sólo queda el último empujón.

                               Salida del avituallamiento de Catogne. Efusivo a más no poder.

Comienzo a trotar por una pista dirección el Col de Montets. Por delante de mí reconozco a un corredor español, concretamente de Girona, con el que había coincidido en algún tramo anterior. Decido cogerlo e ir haciendo camino los dos juntos. Me cuenta que es “veterano” en esto de correr por el MontBlanc. El año anterior completó la CCC (101 km) y hace dos la TDS (119 km), por lo que se conoce bastante bien lo que nos queda por delante. Me aconseja no venirme arriba. Aunque parezca que lo más duro ya lo hemos dejado atrás, todavía restan 2 subidas picantes. 

Los próximos 5 kilómetros iban a hacerse un tanto pesados. Con la ayuda de los palos iba ascendiendo, aunque a menudo tenía que hacer pequeños parones para coger aire e inmediatamente reanudar el camino con más fuerza. Las vistas eran espectaculares. A nuestra izquierda, el MontBlanc ¡oh lala! 

Cada vez me encontraba más cerca de La flégère (nuestro último avituallamiento; a 7km del final de carrera). Esto estaba llegando a su fin y, aunque no os lo creáis, me daba pena pensarlo.

Pasadas las 15:30h del mediodía me planto en la Flégère. La gente animaba sin cesar y yo comenzaba a emocionarme. Ya sólo queda la última bajada.

Aprovecho el avituallamiento para  beber y me lanzo hacia abajo. El sendero dibuja un zig-zag interminable tras el que se esconde Chamonix. Ya lo veo y me imagino cruzando la meta. 

Los últimos kilómetros transcurren por una pista ancha muy corredora. Voy a buen ritmo controlando los corredores que llevo delante y detrás. Disfruto de mis últimas zancadas por el valle que rodea Chamonix y en escasos metros entro al pueblo. 

El personal de la organización (mucho y muy bueno, por cierto) nos indica nuestro camino durante la entrada a Chamonix. De repente reconozco el pabellón donde el día anterior recogí el dorsal,  así que, ya se lo que me queda hasta meta. La gente se atrinchera sobre las vallas y nos aplaude efusivamente. De tanto en tanto se escucha desde las vallas: “vamos campeón”, “ya lo tienes hecho”, mientras que los anfitriones animan con su característico “ale, ale, ale”. Me está dando un subidón…

Enfilo la Rue Joseph. La gente abarrota las terrazas y los aplausos se escuchan por todos los lados.  Mi primo Jose Vicente me acompaña corriendo algunos metros antes de mi entrada a meta. Más adelante, mi hermana y fotógrafa personal no para de captar instantáneas únicas que guardaré para siempre.

Ya solo me quedan 100 metros y allí está Paula. La veo, la escucho y me acerco a ella. Nos cogemos de la mano con fuerza y le digo que lo he conseguido. Acto seguido me dispongo a cruzar la ansiosa meta, esa por la que tanto he luchado, sufrido y disfrutado.

                          Encuentro con Paula en los últimos metros antes de la cruzar la meta

Ya os imagináis lo que pudo pasar por mi cabeza en esos momentos… un popurrí de emociones saltaron a la vista y dejaron prever que todo es posible si los sueños se traducen en actos.




Al final de cuentas: 08h 20’ 36'', entrando en meta en el puesto 166 de más de 1200 corredores. Aunque lo cierto es que el tiempo y la posición en la clasificación importan más bien poco cuando sabes que el camino ha sido duro y aun así has sido capaz de disfrutarlo. 

PD: Gracias a todas aquellas personas que han hecho posible esta aventura. Mi triunfo es el vuestro.

lunes, 27 de abril de 2015

Evolución del somatotipo y la composición corporal de un deportista tras 3 años de entrenamiento conjunto

En el presente post se va a mostrar la evolución, en términos de somatotipo y composición corporal, de uno de mis deportistas, desde que comenzamos a trabajar juntos (principios de 2013) hasta la actualidad (abril de 2015).

Los resultados que se muestran a posteriori han sido obtenidos a través de distintos estudios antropométricos realizados de forma longitudinal en el tiempo. Dicho estudios nos han permitido la estimación de la composición corporal, así como el examen de la morfología, las dimensiones y la proporcionalidad en relación al rendimiento deportivo, la nutrición y el crecimiento. Todos estos aspectos se conocen y están desarrollados por el área de la Cineantropometría.  

Así, en este post, centraremos la atención alrededor de 5 variables:
  • El peso
  • El IMC
  • El sumatorio de pliegues cutáneos
  • El % de masa grasa (atendiendo a la fórmula de Faulkner para “hombres deportistas”)
  • El punto en la somatocarta



En la gráfica de la parte superior se muestra la evolución del peso (en kg) del deportista a lo largo de los 3 años de entrenamiento planificado. 

Salta a la vista como el peso del paciente ha ido decreciendo a lo largo del tiempo hasta encontrarse, en este momento, en su peso ideal o “peso de máximo rendimiento”. Este es aquel que permite al deportista encontrarse en su mejor forma física y, por tanto, rendir al 100% de sus posibilidades.



El IMC (Índice de Masa Corporal) muestra la relación entre el peso y la altura de una persona. Este es un indicador comúnmente empleado para identificar el sobrepeso y la obesidad de la población general. No obstante, este valor habrá que considerarlo a título indicativo ya que únicamente tiene en cuenta dos variables. 

Al respecto, el gráfico de la parte superior muestra una disminución progresiva de este valor a lo largo de los años de planificación. Es este último valor de IMC el que permite al deportista encontrarse en su “peso de máximo rendimiento”.



Tener un valor saludable de IMC según la OMS no significa, ni mucho menos, que nos encontremos en nuestro peso ideal o estado de máximo rendimiento. 

En este caso, en 2013, el deportista estudiado ya contaba con un valor saludable de IMC (23’6) aunque estaría lejos de conseguir su mejor forma física. Todavía quedaban muchos aspectos que trabajar y mejorar.
Así, en el gráfico de la parte superior se muestra cómo, tras realizar valoraciones antropométricas anuales, el deportista en cuestión ha conseguido reducir casi en un 50% su sumatorio de pliegues cutáneos (de 100’3 mm a 53 mm de tejido adiposo subcutáneo). Ello supone, a su vez, una reducción del % de masa grasa (véase en el gráfico de debajo), lo que permite al paciente encontrarse cerca de su estado de máximo rendimiento.


Para cerrar el presente análisis se hará referencia a la técnica del somatotipo, utilizada para estimar y clasificar la forma corporal y la composición del deportista. El resultado de dicha técnica es un resumen cuantitativo del físico, el cual se expresa en una calificación de tres números (componente endomórfico, mesomórfico y ectomórfico) y viene representado en la somatocarta.



En este caso, en la imagen superior (somatocarta) encontramos señalados 3 puntos de distintos colores. El color rojo corresponde a la valoración del 2013, el verde a la del 2014 y el amarillo a la del 2105. 

Así, en dicha somatocarta observamos cómo, a lo largo del tiempo, el punto del deportista se ha ido desplazando hacia la derecha, con tendencia a ir, progresivamente, hacia arriba (lo que denota un mayor componente mesomórfico). En estos momentos, atendiendo a su punto en la somatocarta, el deportista se encuentra en un estado meso-ectomórfico. 

Para concluir, únicamente nos quedaría pendiente resolver la siguiente cuestión: ¿Hacia dónde queremos dirigir nuestro punto en la somatocarta?
Para dar respuesta a esta pregunta deberemos investigar donde se encuentra el punto de los deportistas de élite de la especialidad deportiva que practica el sujeto estudiado, e intentar que los valores de somatotipo de mi deportista se ajusten al máximo a los de los deportistas de élite de esa misma modalidad deportiva.

martes, 17 de marzo de 2015

Todo el mundo piensa que sabe como correr...

Todo el mundo piensa que sabe cómo correr, pero en realidad existen tantos matices como en cualquier otra actividad.

Pregúntale a la mayoría de la gente y todos te dirán: “La gente corre como puede, sin más”. Lo que es ridículo. ¿Acaso la gente nada como puede, sin más? En todos los otros deportes, tomar lecciones es fundamental; uno no se lanza a dar golpes con un palo de golf, ni a deslizarse montaña abajo sobre esquís sin alguien que lo lleve paso a paso y le enseñe la manera adecuada de hacerlo. De lo contrario, la incompetencia está asegurada y las lesiones son inevitables.

Correr es lo mismo. Si uno no aprende a hacerlo bien, nunca podrá saber lo bien que se siente.

Y es que, esa es la realidad. Cuando una persona se auto-convence y le da por practicar running piensa que solo necesita el material deportivo más caro del mercado y las ganas de realizar un esfuerzo mantenido alguna vez por semana. Pero, ¡UN MOMENTO!...

La literatura científica nos dice: En la actualidad, la práctica deportiva es frecuente. Su realización prolongada o su mala ejecución es capaz de causar trastornos a diversos niveles corporales (Ureta, CH. et al, 2012). Por su parte, Krabak, BJ. et al (2013) en su estudio “Injury and illness prevention for ultramarathoners” nos muestra los siguientes datos:




¡ALUCINANTE! ¿Me estás diciendo que realmente no sé correr y es esto lo provoca que siempre tenga alguna tecla floja? Pensarás…

Pues así es. Cualquier modalidad deportiva, por muy sencilla que parezca, requiere del aprendizaje de sus patrones motrices básicos, y una vez adquiridos, la clave se encuentra en reforzar sectores claves de nuestro cuerpo que, como la mayoría de corredores, dejamos en el olvido.

Y ahora que ya sabes CÓMO es el camino que debes seguir… ADELANTE.


Referencias bibliográficas

Krabak, BJ., Waite, B. & Lipman, G. Injury and illness prevention for ultramarathoners. Current Sports Medicine Reports. 2013; 12 (3) 183-189.
 Ureta, C., Navarro-García, R., Ebrito-Ojeda, ME. & Ruíz-Caballero, JA. Lesiones dermatológicas. XXVI Jornadas Canarias de traumatología y cirugía ortopédica. 2012; 60-63.


* Nota: La primera parte del post que se muestra en cursiva está extraído textualmente del libro “Nacidos para correr” escrito por Christopher McDougall. Páginas: 296-7. 

miércoles, 4 de marzo de 2015

Comunicación póster presentado en el XV Congreso Nacional de la FEMEDE

Aprovecho este post para mostraros un resumen del póster que presentamos en el XV Congreso Nacional de la Federación Española de Medicina del Deporte.


En un futuro, más investigaciones al respecto están aseguradas.

Espero les haya sido de interés.

martes, 20 de enero de 2015

MP TEAM en el Medio Maratón de Santa Pola 2015

El pasado domingo, en Santa Pola, tuvo lugar la XXVI edición de su medio maratón, y allí se dieron cita algunos de los deportistas que conforman el MP TEAM.

Cada uno de los corredores lo dio todo por cumplir sus objetivos y estos han sido sus resultados:

- Moisés Picón: Bajo su MMP de 1h29' (en el medio maratón de Oliva en 2014) a 1h26', logrando la posición 551 entre más de 9000 corredores.

- Marcel Sarrió: Bajo su MMP de 1h35' (en el medio maratón de Albacete en 2013) a 1h34', a pesar de haber corrido los 21km con un catarro difícil de arrastrar.

- Juanfran Maestre: Completo los 21km en 1h49' y ya está pensando en su próximo objetivo: El desafio lurbel del Calar del Rio Mundo.

- Macarena Picón: Consiguió acabar su primer medio maratón con un tiempo fantástico, parando el crono en 2h09'.

- Manuel Picón: El "amigo fiel" que le facilito a Macarena cumplir su objetivo. Manuel también paro el crono en 2h09', aunque esta no es su MMP.

ENHORABUENA A TODOS. OS ANIMO A QUE BUSQUÉIS NUEVOS RETOS.

Además, aprovecho para dejaros una recopilación de fotos y vídeos que vienen a demostrar lo bien que nos lo pasamos el domingo.

La previa de la carrera

La previa de la carrera

Juanfran se siente satisfecho con su carrera y preparado para la siguiente

Corredores del MP TEAM tras haber completado su objetivo

Un esfuerzo total es una victoria completa

Macarena: Finisher en su primer medio maratón

Los éxitos no llegan por casualidad. El trabajo está detrás.

Reencuentro de benixamuts finalizada la carrera

Reencuentro de benixamuts finalizada la carrera

xino, xano

Comienza la fiesta

Primeros pasos que llevarían a alcanzar la gloria

En acción

Conseguido. Momento emoción.

lunes, 12 de enero de 2015

El sueño y los deportistas

El sueño constituye uno de los parámetros más importantes a controlar dentro del entrenamiento invisible de los deportistas, siendo considerado un taller de reparación, restauración y memorización de las actividades realizadas a lo largo del día (Estivill, E., 2014). Es por esto por lo que deberemos prestarle la atención que requiere y dedicarle un mínimo de horas que nos garanticen un rendimiento diurno óptimo.

La mayoría de publicaciones científicas apoyan que cualquier adulto debe dormir, al menos, 8 horas diarias, las cuales no deben verse acortadas en sustitución a un mayor número de horas de entrenamiento.

Sin embargo, no basta con echarnos a la cama y dormir. La calidad del sueño es una variable clave que tendrá su reflejo en nuestros quehaceres del día a día (entre los que se incluyen los entrenamientos), y por tanto, deberemos tenerla en cuenta.

Los trastornos del sueño son, cada vez, más comunes en deportistas y personas jóvenes, lo que propicia un déficit en la calidad del sueño y consecuentemente un rendimiento diurno inferior al normal. En esta línea, el estudio de Morris (1982) destaca que los días previos a las competiciones, los trastornos del sueño en los deportistas alcanzan un valor mucho más significativo que de normal.
Para combatir esta situación, la melatonina se presenta como una “ayuda”, consumida como suplemento alimenticio, para mejorar el rendimiento físico de una persona debido a su función reguladora del sueño.

Añadido a lo anterior, destacar que una investigación de la Universidad de Northumbria (Inglaterra) determinó que un vaso de zumo de cerezas antes de acostarse puede contribuir a mejorar la calidad de nuestro sueño. En este sentido, el estudio liderado por el doctor Glyn Howatson demostró que el grupo de personas que bebió, durante 7 días, el jugo de frutas, presentaba un incremento del 15% en la presencia de melatonina en la orina, frente al grupo control.





REFERENCIAS

 - Estivill, E. y Estivill, C. (2014). El son en condicions extremes a l’esport. Runners de llarga durada i navegant. 26 Jornades de medicina de l’esport del Bages. Barcelona.

Morris, R,G.M., Garrud, P., Rawlins. J,N.P. and O'Keefe. J. (1982) Place-navigation impaired in rats with hippocampal lesions, Nature (Lond.), 297: 681-683.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Nota para la revista digital ETER

Hace un tiempo, una chica -estudiante de periodismo deportivo- contactó conmigo a través de mi página de Facebook. Ella estaba escribiendo una nota sobre la maratón y porque los etíopes y keniatas dominan esta disciplina, y me pidió ayuda al respecto.

Tras unos meses, éste es el resultado de su nota:

Los genes ayudan, pero no ganan

Los etíopes y keniatas son conocidos como buenos maratonistas, aunque nadie está convencido del por qué. Lo seguro es que no son invencibles.

“¿Sabes por qué los africanos ganan siempre las maratones? Lo vi en un programa de televisión. Es por su manera de correr”, se escuchó en un bar de Buenos Aires. Aunque eso no significa que la técnica que utilizan los keniatas y etíopes sea la única razón por la que ganan las carreras de fondo. Porque si no, ¿cómo fue posible que el atleta argentino Mariano Mastromarino llegase primero en la última maratón de Buenos Aires?

El preparador físico español, Moisés Picón, contó a Eter Digital que existen dos puntos claves por los cuales los keniatas y etíopes son grandes maratonistas. Por un lado, la genética, en cuanto a la tipología de sus fibras musculares, y su composición corporal. Diversos estudios aseguran que las piernas delgadas y alargadas (como en el caso de los keniatas y etíopes) suponen una ventaja antropométrica. Por otro lado,  la preparación física y mental. Los atletas de África le dedican horas a su entrenamiento y no lo hacen, únicamente, por satisfacción propia, sino, más bien, para ayudar a su familia a conseguir una vida mejor. Picón remarcó que ellos corren por necesidad desde pequeños, lo que favorece el desarrollo de capacidades físicas básicas durante etapas tempranas.

En un informe de Canal+ de 2012, Abel Kirui, un atleta keniata, recordó que cuando iba al colegio corría los dos kilómetros que había entre su casa y la escuela. Para ir a almorzar, también corría hasta la casa. Corría todo el día. La carrera formó parte de su vida desde muy pequeño. El medallista de plata en los últimos Juegos Olímpicos afirmó que quiso seguir los pasos de su bisabuelo. “Era como un maratonista”, expresó Kirui. “Recorría largas distancias persiguiendo antílopes. Los perseguía, los cazaba y traía la carne a casa”.

En cuanto a la técnica, Picón remarcó que la gran diferencia entre los atletas africanos y el resto se encuentra en el tiempo que se mantienen en la  fase de vuelo. El impulso hacia arriba y hacia adelante que tienen los keniatas y etíopes “es brutal”, describió el preparador físico. “Al tener piernas más largas y delgadas, gastan menos energía y les permite mantener un alto ritmo de carrera”, señaló el español.

Sage Canaday, el atleta más joven de los Estados Unidos en hacer las pruebas olímpicas para la maratón, grabó un video, junto con otros colegas, donde enseñan la técnica correcta para correr más rápido. “Una de las claves es estar rápido y ligero de los pies. Y una manera para experimentarlo es corriendo descalzo”, aconsejó el actual corredor de montaña. “Cuando corres sin calzado, los nervios de la punta de los pies son estimulados para que no desciendas el ritmo bruscamente”, explicó Canaday. Es por eso que el hecho de que los niños en África se muevan sin zapatos, es una ventaja para la carrera deportiva.

Sin embargo, aunque los genes y el lugar donde uno se cría pueden ayudar a ser buenos maratonistas, esto no significa que los africanos o keniatas siempre vayan a ser los vencedores. ¿Quién no escuchó decir que los africanos corren mucho porque tienen que huir de los leones? ¿O que son flacos porque no tiene para comer? Eso son historias y mitos, pero lo cierto está en algo más complejo. Y si no, pregúntele a Mariano Mastromarino.

Destacar que, además de los aspectos comentados en esta nota, existen otras variables -de carácter fisiológico y biomecánico- que explicarían el dominio de los keniatas y etiopes en las pruebas de maratón. 

viernes, 5 de diciembre de 2014

Variabilidad de la Frecuencia Cardiaca (VFC)

¿Conoces el concepto de VARIABILIDAD DE LA FRECUENCIA CARDIACA?

Cada vez son más las personas que disponen de un reloj con pulsómetro, lo que les permite registrar su frecuencia cardiaca (FC) mientras corren. Como consecuencia de ello, la FC se ha convertido en uno de los parámetros más usados para controlar el entrenamiento de resistencia de nuestros deportistas.

Como norma general, la FC guarda una estrecha relación con la intensidad del ejercicio, por lo que, a mayor intensidad, mayor frecuencia cardiaca experimentaremos, y viceversa.

En una persona sana, en reposo, los latidos se van produciendo con una frecuencia variable. Este aspecto representa el concepto de variabilidad de la frecuencia cardiaca -VFC- (HRV, Heart Rate Variability). Según Rodas G, et al. (2008), la VFC es el resultado de las interacciones del sistema nervioso autónomo (SNA) y el sistema cardiovascular.

El análisis de la VFC consiste en determinar las variaciones en el intervalo de tiempo entre latido y latido consecutivos (intervalos RR). La manera más exacta de medir la VFC es a través de un electrocardiograma (ECG), aunque ésta no representa la única manera de hacerlo.





¿De qué métodos disponemos  para medir la variabilidad de la frecuencia cardiaca?

- Condiciones de laboratorio: Se realizan medidas durante un corto periodo de tiempo (2’-5’)  antes y después de poner a prueba el sistema nervioso autónomo (SNA) mediante fármacos, ejerciendo control de la ventilación (señalización de la frecuencia respiratoria con metrónomo) y/o mediante diferentes tipos de tests ortostáticos.

- Electrocardiograma de 24 horas: Generalmente mediante un registro Holter, se mide toda la actividad cardiaca mientras el sujeto estudiado realiza todas sus actividades habituales.
Esta medida se utiliza básicamente para valorar el riesgo de enfermedades concretas (cardiovasculares, diabetes mellitus, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica…), aunque también puede resultar útil para la valoración de disfunciones del SNA.

- Durante el ejercicio físico: Algunos relojes GPS de la marca POLAR tienen la opción de medir, de manera válida y fiable, la VFC mediante el registro de los intervalos RR mientras el sujeto en estudio realiza cualquier actividad, incluso el ejercicio físico.

Por medio del análisis de este parámetro podremos saber cómo está siendo la adaptación de nuestro deportista al estrés físico y psíquico. Además, también nos permitirá conocer la adaptación al entrenamiento o competición y predecir estados de sobre-entrenamiento.

Referencias bibliográficas:
· Rodas G, Pedret C, Ramos J, Capdevila L. Variabilidad de la frecuencia cardiaca: Concepto, medidas y relación con aspectos clínicos. Archivos de Medicina del Deporte, 2008; 25, 41-47.


viernes, 31 de octubre de 2014

Carreras POR montaña VS Carreras DE montaña

El pasado fin de semana, 24-26 de Octubre, nos dimos cita en el II Congreso Internacional de Carreras por Montaña. Durante estos 3 días se presentaron ponencias en torno a 4 grandes áreas temáticas.

La idea de este post nace como consecuencia de una de las ponencias que fueron presentadas en el área de “organización, normativa y explotación turística de las carreras por montaña”.

Carreras POR montaña VS carreras DE montaña.
¿Qué tipo de prueba es la que corres tú?

El motivo de este post es proporcionar a los lectores una visión -desde un marco normativo y legal- acerca de la diferencia que existe entre 2 términos muy empleados por cualquier trail-runner: Carreras POR montaña y carreras DE montaña.

Seguramente seas de las personas, entre las que me incluyo, que utilizas indistintamente uno u otro término para hacer referencia a una carrera/prueba que se disputa en el medio natural. Pero, desde el punto de vista normativo, existe alguna diferencia a destacar entre ambos términos.

Si nos adentramos en la página web de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (FEDME) veremos cómo, en la pestaña “nuestros deportes”, tan solo se hace referencia a las carreras POR montaña. En dicha página, éstas son definidas como aquellas pruebas que se disputan en el medio natural y que cuentan con una distancia mayor de 21km y un desnivel mínimo acumulado en subida de 1000m.

Por ende, si la FEDME solo recoge el término de carreras POR montaña, ¿a quién se le atribuye el otro término? Para encontrar la respuesta a esta pregunta deberemos visitar la página web de la Real Federación  Española de Atletismo (RFEA). Allí, la RFEA define las carreras DE montaña como aquellas pruebas disputadas en el medio natural con una distancia inferior a los 21km y un desnivel por debajo de los 1000m.

Por tanto, tomando en consideración lo presentado y –como ya se ha nombrado anteriormente- desde un punto de vista normativo y legal, se podría decir que si existe una diferencia terminológica entre el concepto carreras POR montaña y carreras DE montaña

En resumen, aquellas carreras, en el medio natural, organizadas por la FEDME serán recogidas bajo el nombre de carreras POR montaña, mientras que las organizadas por la RFEA se denominarán carreras DE montaña.

Y ahora, aclarada esta posible confusión terminológica, A DISFRUTAR DE LA MONTAÑA.

¡Buen fin de semana!

Referencias:

- Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada. (s.f.). Recuperado el 31 de Octubre de 2014, de http://www.fedme.es/

- Real Federación Española de Atletismo. (s.f.). Recuperado el 31 de Octubre de 2014, de http://www.rfea.es/

sábado, 18 de octubre de 2014

Mañana de mediciones antropométricas

Las mediciones antropométricas suponen una herramienta para valorar el somatotipo y la composición corporal de nuestros deportistas de una manera funcional, precisa y exacta.

Esta mañana, MP Preparador Físico ha llevado a cabo diferentes valoraciones antropométricas a dos de sus deportistas. A través del empleo de distintas variables, y siguiendo una metodología estandarizada (en este caso, la que dicta el ISAK), hemos obtenido datos de capital importancia con los que trabajar de cara al futuro.

En el caso de Alfredo, esta valoración nos sirve para conocer su somatotipo y composición corporal actual, así como para ver como evolucionan estas variables tras la aplicación de un entrenamiento planificado y un seguimiento nutricional.

En el caso de Marcel, las valoraciones antropométricas las venimos realizando al princpio y al final del establecimiento de cada objetivo competitivo. Esto nos permite comparar los cambios de somatotipo y composición corporal durante la etapa preparatoria y la etapa post-competitiva. 

Aquí os dejo algunas fotografías de las valoraciones antropométricas realizadas: